Menos es más

En muchas ocasiones asistimos a eventos o rituales, los vivimos, lo disfrutamos y nos vamos. Y allí se queda ignorado el trabajo que hay detrás e incluso como la vida nos ha llevado hasta allí. Uno de ellos es un funeral, el dolor o la ceremonia en sí no nos dejan ver la preparación que ha habido días antes. Como ya hizo la serie A dos metros bajo tierra, Bernie nos presenta a un taxidermista completamente meticuloso tanto en su trabajo como en su vida.

Bernie (Jack Black) ha hecho de su vida su profesión y a la inversa. Es una persona en apariencia corriente pero detallista y preocupada por la vida de los habitantes de Carhtage. De hecho, son los vecinos reales quienes se encargan de hacer la presentación de este personaje y quienes nos relatan como era, y Linklater y Jack Black lo ficcionan sin pretensiones ni estridencias.

Bernie es, en apariencia, un telefilm de sobremesa de domingo, que relata la vida de este hombre que enamoró y sorprendió por partes iguales a una población que lo amaba y vio como su vida cambió cuando se acercó a la mujer más odiada y rica del pueblo (interpretada por Shirley MacLaine).

No parece haber mucho más. Pero en el fondo esta película es sumamente elaborada. Cuando Bernie aparece por primera vez en pantalla describiendo el trabajo minucioso de la preparación del difunto parece no pasar nada, pero es la advertencia del cineasta para que nos fijemos que en los pequeños detalles está lo más importante de la vida. Bernie procura cuidar a muertos y vivos con pequeños actos y gestos y así ser feliz e intentar que el resto lo sea a través de una precisa puesta en escena.

Puesta en escena que Linkater sigue también a raja tabla jugando con el biopic y llevándolo a un film judicial, saltando del mockumentary al documental en el tiempo necesario y calculado para que la película luzca tan simple como redonda.


No hay más, pero hay todo. Igual que capturó la historia de amor entre Jesse y Céline en la trilogía de Antes de… o el pasó de la infancia a la vida adulta en Boyhood, Richard Linklater vuelve a capturar una vida fascinante, real pero casi sacada de la imaginación de un cineasta. Y así, otra vez, cuidando la puesta en escena y confiando en el poder del cine, el cineasta vuelve a capturar un extracto de vida. E invirtiendo la formula de menos es más. Porque la sensación es que Bernie es una película rutinaria, pero en la que hay mucho trabajo. Como en la vida real que Linkalter siempre quiere (y logra) capturar.

Trailer:







Comentarios

Entradas populares de este blog

'The brutalist', una impresionante película a nivel visual que desbarranca

'La habitación de al lado': tras el rastro de Almodóvar

La 'Parthenope' de Sorrentino: una magia (im)perfecta y única