'Wolfgang': Telecinco y Ruiz Caldera se pasan al catalán para hacer lo mismo que en castellano
Primera reacción que uno siente al ver la película: "¿Telecinco produciendo una peli en catalán? Parece la confirmación de que el cine hecho en Cataluña ha conseguido derribar ya casi todas las barreras".
El cine en catalán no es que sea poco común, pero mainstream lo ha sido poco. Pa negre lo fue en su día y, en 2024, Casa en flames y El 47 demostraron que es posible. Claro que la trampa es que, fuera de Cataluña, estas pelis se doblaban. Es por eso que muchos directores catalanes, en su momento, rodaban directamente en castellano.
Javier Ruiz Caldera, natural de Viladecans, hasta ahora siempre ha hecho películas en castellano y con un éxito arrollador. Spanish movie, Anacleto, Tres bodas de más o Superlópez son solo un ejemplo.
Pues bien, Telecinco y Ruiz Caldera, que ya han hecho algunas producciones juntos, se han pasado al cine en catalán. ¿Eso ha cambiado algo en ellos? No, pero es un paso más contra el miedo a rodar en la lengua de uno.
Dicho esto. No, la lengua no cambia el contenido de esta nueva peli de Ruiz Caldera con Telecinco. El espíritu es el mismo: hacer una comedia simpática, que llegue a todos los públicos y tenga un componente emotivo. Es decir, demostrar que el cine español puede hacer un filme tan comercial y simpático como Hollywood y con una buena producción.
La sinopsis de Wolfgang ya da pistas. Niño prodigio del piano se queda huérfano de madre. Descubre entonces que no va a quedarse con su abuela, que tiene un padre actor (Miki Esparbé) y se va a ir a vivir con él. Continuar es casi innecesario. Sucede lo que muchos ya imaginan: tiranteces iniciales, disputas con la suegra (Àngels Gonyalons), encariñamiento, último conflicto, mal rollo y...
No hay más, ni menos. La cinta da lo que promete, con un humor digno, fácil, de un padre en apuros, con el aderezo de la música de Bach y Bowie que siempre aportan la emotividad necesaria para poder soltar la lágrima cuando toca o cuando el director lo propone y lo indica. ¿Funciona? Sí. Los personajes están bien construidos, Esparbé vuelve a brillar, el niño (Jordi Catalán) es una nueva estrella y a Àngels Gonyalons le pesa mucho el teatro, pero su voz es tan tierna que enamora.
Al guion no se le puede reprochar nada que no esté en el libro, imagino. Tal vez esos dardos que el personaje de Esparbé lanza a Carlos Cuevas o los que Berto Romero, que hace de representante del padre, lanza a los repres. Eso sin contar el casting de Bayona. Todo hecho para que el espectador reconozca los códigos y el lenguaje del que habla la película. Terrenos conocidos e identificables que hacen la experiencia más fácil y más si es con humor.
Wolfgang no aporta más que eso. Una comedia bien hecha. A servidor no le interesa, pero no eso no quita que sea buena en la medida en que cumple lo que promete, que aunque sea poco para quien escribe estas líneas, es más que suficiente para otros.
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