Sunset Song de Terence Davies: "Una fotografía excelente"
Sunset Song es esa película de la que uno sale diciendo "la fotografía es
excelente". Un dato técnico no menor e incluso significativo para buena
parte de la crítica. Es cierto que el cine es imagen en movimiento, y que su
esencia, por lo tanto, es la fotografía y su composición estética y
significativa.
Terence Davies es un director experimentado en contar historias íntimas, con un
universo femenino retratado con delicadeza y con fuerza y cuya fotografía ayuda
a componer la psicología de sus personajes y sus vivencias.
En el caso de Sunset
Song, el cineasta apuesta al máximo por la imagen para trasladar a la
pantalla la novela homónima de Lewis Grassic Gibbon publicada
en 1932 sobre las consecuencias de la Gran Guerra en Escocia. Filmando el
paisaje rural del país hasta la recreación, la película narra la historia de Chris (Aguness Deyn) una joven chica de la Escocia
rural en los años previos a la I Guerra Mundial. De
padre ultracatólico y violento, madre sin derecho a opinión y un
hermano rebelde, la joven pronto se verá enfrentada a los devenires de la edad
adulta y más tarde a los de la guerra. La protagonista es una mujer fuerte que saca adelante a su familia, que lucha y trabaja por su tierra, que sufre por ella. Y Davies conoce perfectamente este
terreno. Obras como The Deep Blue Sea o Distant Voices así
lo atestiguan; en ellas ya aparece la violencia paterna y el poder y la fuerza
surgido de lo femenino. Pero mientras en sus trabajos anteriores, el
cineasta conseguía crear grandes atmósferas intimistas y cercanas tanto a
protagonistas como espectadores, en Sunset Song se
convierten casi en pillow shots para comprender las elipsis de la historia.

Precisamente, ese es otro de los rasgos característicos del film. El director juega constantemente con los saltos temporales obvios y expresados de manera natural entre una escena y otra. Una bajada de escaleras, sirve para avanzar años en la historia y que los recuerdos de Chris se hagan presentes: Su lucha por casarse con el hombre al que quiere, su ideal relación con su marido y la tierra, la llegada de la guerra, las consecuencias de haber vivido una guerra. Todas las etapas de una relación se suceden una tras otra, se entremezclan sin sobresaltos, como una sucesión natural de los eventos, natural como los paisajes escoceses.
No hay un exagerado dramatismo en el trato
de las emociones más allá de cierta música y belleza paisajística, solo
recuerdos. Davies se centra en la idea principal del texto original: la tierra
es lo único que sobrevive y el resto simplemente pasa. Pasa como las más de dos
horas que dura el film sin que el espectador pueda disfrutar de otra cosa que
de esos magníficos planos del campo y la tierra cultivada, el centro de
atención de Davies. Y esto resta peso a la historia. Y aunque parece obvio que
este es el objetivo del realizador, no es suficiente para justificar una obra
anodina que surfea por el compromiso patrio esbozando ideas, porque, claro, lo
fundamental es vivir y respetar la Tierra como lugar, no como posesión ni
patria.

Terence Davies no ha hecho un pésimo filme. Se nota la profesionalidad del cineasta con el uso del 35mm y los juegos con la luz, cuida a su protagonista (aunque no tanto a sus secundarios) y la historia clásica va mucho más allá del melodrama y/o el discurso antibelicista, creando bellas imágenes. El problema radica en que la grandilocuencia del relato ha acabado con la historia intimista y se ha llevado por delante parte del talento del director. Sunset Song es ambiciosa y bella para la vista, tiene una "gran fotografía" pero, sin duda, no pasará como una de las obras mejor recordadas del cineasta.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=mzXRVBfkF4c
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