'The Shrouds': Cronenberg perdido en las subtramas (y aun así interesante)
Perdido en las subtramas. Este podría ser el resumen de lo que sucede a Cronenberg en The Shrouds y, a su vez, lo que le pasa al espectador que no entiende para qué tanto añadido cuando la base y le idea es tan potente.
Obsesionado con el cuerpo, Cronenberg va un paso más allá en esta trama en el que su protagonista parece estar obsesionado con el cuerpo de su esposa, incluso muerta. Crea un sistema para ver cómo se descompone en su tumba, igual que la vio 'descomponerse' por culpa de una enfermedad, hecho que, en cierto modo, también parece que le excitaba de algún modo, a la vez que le impedía tocarla. ¿Se puede poseer un cuerpo, ya sea vivo o muerto? ¿Puede uno sentirse atraído por un cuerpo siempre en descomposición? Y si es así, ¿eso no haría incluso desear ver cómo se descompone? ¿Si nunca uno consigue hacerse con el cuerpo deseado del otro, puede contentarse con algo tan intangible como la IA?
Estas y muchas más preguntas pueden abrirse en función de este planteamiento de Cronenberg y su trama. El problema es que empieza a engolosinarse con unas subtramas que tratan de resolver el misterio de quién podría profanar esas tumbas. Lo interesante es que nunca se plantea la idea fácil de que sean necrófilos, demasiado obvio. El problema es que Cronenberg empieza a plantear hipótesis que van desde los espías chinos a los rusos, pasando por un excuñado paranoico, una china ecologista y una cuñada que aprovecha los deseos del protagonista para hacer de su cuerpo el de la muerta.
Y allí, uno puede quedar atrapado, como parece que le pasa a Cronenberg, en derivas que no llevan a ninguna parte, que parecen centrarse más en debates actuales y no tan universales como el del que parte. Desluciendo el planteamiento y llegando a situaciones absurdas que más que gracia causan sonrojo, por obvias e innecesarias.
Aun así, se agradece que Cronenberg siga fiel a sus preocupaciones, que no se corte en mostrar cuerpos mutilados y atracciones, que por muy bizarras que parezcan hablan de la psique humana
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