El (doble) viaje de Harold, algo más que una película para mayores
¿Se acuerdan de esas películas protagonizadas por intérpretes
mayores de 60 años que triunfaban tanto antes de la pandemia? El cine era consciente
de dos cosas: la gente mayor mantiene las salas y cada vez son más, por lo que
deben sentirse representados. Pues bien, ahora, algo de eso vuelve.
Penelope Wilton y Jim Broadbent aterrizan en la cartelera
con El viaje de Harold, una película que es mucho más que “una peli de y para
viejos”, como se dice despectivamente. Es mucho más. Para empezar porque hay
varios viajes en uno y afectan a toda la sociedad.
Por un lado, está la historia que reza la sinopsis. Harold
arranca un viaje a pie para ver a una vieja amiga que está a punto de morir. Les
separan más de 900 kilómetros, pero no le importan. Él busca la redención, el
reencuentro, recuperar algo que hace años quedó atrás y no es precisamente la
juventud.
El viaje inicial, provoca un segundo, el de su esposa,
Maureen. Ella no sale de su casa. Se queda procesando lo que sucede, pero,
sobre todo, lo vivido: cómo ha sido su amor, su matrimonio, las pérdidas que
han vivido, su vida, en general. ¿Se puede vivir bien con el dolor?
Y luego, hay otro mucho más interesante. En estas 600 millas que recorre Harold, la cámara retrata la situación político-social de Gran Bretaña. Durante la película se ve a una juventud perdida que llega a caer en las drogas, profesionales racializados y extranjeros que tienen que limpiar casas por las peticiones extra que les exige la Administración, la perversión de algunos movimientos sociales lícitos…
Es allí donde funciona mejor la película, cuando la muestra
sin un dramatismo exagerado, cuando no quiere parecer épica. Porque sí,
obviamente este drama con toques de humor quiere ofrecer un viaje bigger than
life, cuando es sólo una película más sobre la vida y sus vicisitudes. Agradable
de ver, poniendo el acento en puntos importantes sin tampoco caer en un panfleto
social. Pero llega en un momento importante. En un momento pospandémico, en el
que no se ha conseguido sacarle el miedo a los mayores para que vuelvan a las
salas, El viaje de Harold lo puede hacer. Y eso que no es exclusivamente para
ellos.
Comentarios