Cine policiaco y de género


Poco a poco en la cinematografía española van apareciendo más cineastas especializados en el género. El terror, la comedia, el melodrama... Enrique Urbizu es un director difícil de encasillar pero si existiera lo englobaríamos dentro del cine de personajes. Todas sus películas no sólo derrochan buena dirección sino un elaborado trabajo de la psicología de los personajes.

En su nuevo film, No habrá paz para los malvados, Santos Trinidad (José Coronado) es un ser sufriente, su conducta, su caminar, su manera de hacer indica que ha tenido un pasado que aunque haya podido ser en algún momento exitoso ha vivido algo traumático, que le ha dolido. Es un personaje indeseable, con una moral dudosa pero apasionado por su trabajo, le lleve éste donde le lleve. De hecho la historia arranca por la mala praxis de este policía que un día acude borracho a una sala de striptease donde acaba matando a todo el personal, menos a uno, que escapa. Su búsqueda le llevará a descubrir un entramado terrorista de lo más peligroso.



Urbizu entonces no sólo da una lección de director de actores y de experto en el trabajo de los personajes sino de experto en el cine de género policiaco. La investigación, la recopilación de pruebas, seguimiento de los criminales, jueces, traficantes, todo ello se junta en esta película que logra enhebrar tan bien cada uno de sus hilos que da una lección de guión redondo. Podría emparejarse casi con la gran obra de David Fincher, Zodiac, pero aquí en vez de dialogar es la movilidad, la acción, en definitiva, el cine lo que hace avanzar la trama.

Pero no sólo se queda allí sino que el cineasta aprovecha esta historia para hacer una radiografía precisa de lo que sucede y/o ha sucedido en España en lo que ha investigación se refiere. Mala comunicación entre unidades, ocultación de la información, falta de interés por parte de algunos miembros del cuerpo policial... Dificultades burocráticas prácticas que ya retrató Kafka en su día pero que se siguen viendo lamentablemente hoy en el cine pero también en la vida real.

El final de esta historia es tan digno, tan seco, tan sobrio que uno no puede más que pensar en otra gran película del cine americano actual: Malditos bastardos. Y es que Urbizu se toma la licencia que solo puede ofrecer la ficción para hacer de la resolución una especie de justicia poética con la vida, aunque el breve epílogo resulte de lo mñas desconcertante.

En definitiva, No habrá paz para los maldatos vuelve a demostrar que el género puede servir para mucho más que para repetir unos patrones y hacer películas como churros sino también para hacer retratos de la sociedad y descubrir que en España hay policías y funcionarios que no hacen bien su labor y que además hay actores como la copa de un pino como José Coronado y directores como  Enrique Urbizu capaces de hacer un retrato de la situación, entretener y, en definitiva, hacer un cine de excelente calidad.




Comentarios

Entradas populares de este blog

'The brutalist', una impresionante película a nivel visual que desbarranca

'La habitación de al lado': tras el rastro de Almodóvar

'Escape', una película 100% 'cortesiana'