Ser, anyways

Cuando uno ve en cartel un film que trata de la transexualidad todos los tópicos, muchas veces logrados a pulso, se le vienen a uno a la cabeza. PelIcula de superación personal, drama, exaltación de la identidad propia y final feliz tras un despliegue de lágrimas.

Bien, algo de todo esto contiene el nuevo film de Xavier Dolan, Laurence anyways, pero de otra manera. Es una historia de amor, de superación, sí, e incluso de ruptura de lazos afectivos.

El joven actor y ahora director canadiense cuenta en más de dos horas y media, que pasan volando, la historia de Laurence Alia (Melvil Poupaud), un joven profesor emparejado con Suzanne (Fred Belair) que, un día, no sin problemas, decide dar el paso y empezar a ser lo que es, una mujer. La madre le muestra un "apoyo" receloso y dudoso, la novia se lo debe plantear. Y de hecho, pese a intentar seguir con la relación en un principio, cuando el pierde incluso el trabajo, no lo consigue.

Pero Laurence, como le pasa a heteros y homosexuales y muchos de los que caen en eso llamado amor, no puede olvidarla, intenta seguir adelante pero siguiendo su vida en todo momento, sin sacársela de la cabeza pese a todos los palos que recibe.

¿Cómo filma todo esto el director Xavier Dolan? A lo grande, con una amalgama un tanto alocada y, a veces, dislocada de todos los recursos cinematográficos, música pop de refencia, camaras lentas, histrionismo y excentricidad de las emociones e incluso tira de escenas muy operísticas que pueden llevar a alejar al espectador y provocar más desconcierto y risas que el efecto realmente deseado por el cineasta.

Pese a todo, en el plano narrativo y cuando el director se olvida de poner escenas para dejar su imprenta de candidato a autor, el film funciona, no es excesivo, es retratista de unas emociones y una vida que tiene un final ejemplar. Es más, en unos momentos en que el cine y los directores que tiran de nostalgia y de tratar de recuperar espectadores, Dolan mira para delante.

Como el protagonista del film, que escribe poesia y libros, el cineasta quiere ofrecer al espectador una narrativa, un cine y sobre todo una historia de estos tiempos, para la gente del presente con mentalidad del siglo XXI. Arriesgando pero sin olvidar contar realidades y emociones reales y transmitiéndolas al espectador. Dolan, Laurence y todos, con sus virtudes y defectos han de ser quienes son, hombres, mujeres con todo tipo de gustos e inclinaciones y seguir adelante. Y que cuando uno salga de la sala, de unas circunstacias las que sean o de nuestras vidas, pase lo que pase, cada uno sea quien es, anyways.

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