Festival de Cannes: "L'economie du couple" de Joaquim Lafosse

Hay en el cine de Joaquim Lafosse una obsesión por ser objetivo. Presentar las situaciones de la vida cotidiana sin tomar partido. Una causa lícita para no caer en el manierismo, los topicos y los esquemas de buenos vs malos, válida especialmente en el periodismo.

La situación que nos presenta Lafosse en L'economie du couple es la que podemos leer cada día en la prensa en este tiempo de crisis, o la de cualquier vecino del primer mundo actual. Marie y Boris son un matrimonio con dos hijos que han decidido separarse cuando no era el mejor momento económicamente hablando. Él no tiene el dinero suficiente y ni siquiera trabajo para irse. Ella no le puede pagar los gastos que su marido realizó en la casa y que le exije. Así, la convivencia se vuelve insoportable para todos, incluidos los niños. Las problemas domesticos surgidos de esta situacion se repiten constantemente. Discusiones por quien ha de pagar a quien, la amargura de Marie por no poder echar a su marido de casa y tener un momento de intimidad, los hijos contemplando las escenas.

Se agradece que Lafosse no cargue de emociones la cinta de un drama social que podría resultar un telefilm, pero en su decisión autoral de mantenerse objetivo también resulta tan frío como poco interesante. Uno tarda menos en leer un artículo en el diario sobre el tema que viendo su película. Que se hace repetitiva, no avanza hacia ninguna parte y se regodea con las situaciones domesticas. L'economie du couple no aporta nada ni al cine ni a la situción real. Ofreciendo una experiencia vacía, convierte su visionado en algo rutinario y útil tan solo para llenar horas muertas.

Lafosse parece querer ser radical vaciando el cine de sus riesgos, de sus emociones, de su estetica. En L'economie du couple todo es pura narrativa, trabajo de guion y ni tan si quiera bien construido. Las discusiones de la pareja se suceden en bucle cambiando el lugar de la casa donde tienen lugar (el jardin, la cocina, el dormitorio...) pero nada mas. Su unica apuesta parece ser concentrar la accion en la casa, pero es que ni si quier es un riesgo, es donde se concentra la historia y lo que detona las situaciones. Todo se queda entonces en la idea, buena sobre el papel pero diluida durante todo el film.

Trailer:

(Faltas de ortografia debidas a no disponer de teclado castellano)